sábado, 17 de julio de 2010

Máxima Torpeza

Una historia de la torpeza de la Intendenta de Resistencia, Aída Máxima Ayala

por Juan Manuel Zacarías(*)

Días pasados personas vinculadas con la municipalidad de Resistencia cometieron un hecho que podría ser asignado a personas sin conocimiento de la la Ley o con un autoritarismo especialmente desarrollado. El acto ha sido tan peligrosamente autoritario que merece el rechazo absoluto de toda la sociedad chaqueña.

Con un desparpajo propio de los que creen poder llevarse todo por delante, camiones, empleados y hasta funcionarios vinculados a la actual gestión municipal realizaron pintadas sobre las leyendas gubernamentales en el tanque de agua del complejo y lo mas grave destruyeron el cartel con el detalle de las obras ejecutadas por el organismo en el Domo del Centenario.

Obviamente, el Organismo del que formo parte se vio en la obligación de realizar la denuncia policial y sus abogados realizaron la correspondiente denuncia penal para que se investigue a los responsables de esta actitud irracional, ya que lo que se destruyó es un bien público, que sirve de información a la comunidad acerca de las obras que se concretan.

Pero mas allá del cruce legal y las responsabilidades penales, hay que resaltar la torpe e irracional acción gubernamental. Lo ocurrido es tan insólito que el hecho podría ser interpretado cómicamente si no fuera por la gravedad que suscita y que muestra a las claras el grado de autoritarismo propio de otras épocas por parte de quienes ostentaron esta despreciable actitud y que no llega a los estándares mínimos de tolerancia que debería tener el más ínfimo funcionario público.

Sabemos perfectamente que la actual gestión viene llevándose por delante, hace muchos años, la Carta Orgánica de Resistencia, y las esperanzas de vivir en una ciudad que contenga a todos/as los vecinos/as. Pero suponíamos que en aras de sus ambiciones políticas, la Señora Intendenta resguardaría algunos, pocos, códigos de convivencia institucionales. Evidentemente no, y prefiere la confrontación, la imposición por autoritarismo de las cosas en vez de optar por el dialogo y el consenso.

Haciendo un poco de historia el 17 de julio de 2008 se firmó un convenio entre el Gobierno de la Provincia y el Municipio de Resistencia, en virtud del cual el primero asumió el compromiso de efectuar aportes económicos en inversiones para el mejoramiento del Domo del Centenario, y el Municipio, como única contraprestación, aceptó un régimen de uso compartido de dicho predio. Los que vivimos en Resistencia conocemos el estado deplorable de tan importante espacio público. En este marco, el Gobierno de la Provincia encomendó al Instituto llevar adelante la ejecución de las obras de Refacción y Refuncionalización del Domo del Centenario y en cumplimiento de las normas municipales vigentes, en el predio donde se ejecutan las obras se colocó, en lugar visible, el correspondiente cartel de obra.

Por un lado estas actitudes demuestran que clase de personas tienen a su cargo el municipio capitalino y por ende nos obliga a pensar que sería de nuestra Provincia si estas mismas personas llegan al poder.

Por otro lado siendo mas optimista, esto nos permite concluir en que están sumamente nerviosos por el avasallante numero de obras que este gobierno provincial viene llevando adelante en toda la Provincia y especialmente en esta ciudad y por supuesto eso los preocupa y mucho.

Es cierto, a algunos políticos/as incomoda que otros hagan y ellos: no pero sólo se trata de la verdad. Deberíamos pedirles a esos/as políticos/as, ya que no colaboran, que no obstruyan perjudicando a vecinas y vecinos. NO OBSTRUYA SEÑORA INTENDENTA.


(*) Juan Manuel Zacarías es vocal del Instituto de Vivienda de la Provincia del Chaco y dirigente del Partido Frente Grande y de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV)

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