Algunos aportes sobre el Consenso Fiscal 2020
Por: Bloque Frente Grande Chaco
Las 23 provincias y el gobierno nacional suscribieron un nuevo Consenso Fiscal con vistas a orientar la compleja relación Nación-Provincias y romper algunas definiciones de esa relación que había construido Macri, y en el caso del Chaco con la anuencia de Domingo Peppo. Las noticias son buenas para las provincias no-centrales.
Chaco ya ratificó legislativamente su acuerdo. Aquí algunos aportes para analizar sus características y alcances.
El marco previo
Corría el mes de mayo de 2016 y el entonces presidente Mauricio Macri celebraba su primer acuerdo con un conjunto de jefes de gobierno provinciales e iniciaba así una serie de “consensos” que quedarán para la historia del saqueo y avasallamiento a las provincias.
Ese primer acuerdo sintéticamente implicaba que la Nación le prestaría a las provincias el dinero que ya les correspondía luego de un polémico fallo de la CSJN. Es decir, el fallo otorgaba el derecho a un cobro y Mauricio Macri cumpliría paulatinamente con la obligación de reponer esos fondos, paulatinamente con fin en 2020, o sea cuando ya no estaría en el gobierno. Como si fuera poco, mientras tanto cubriría ese faltante de devolución con préstamos a devolver a partir de 2020. O sea, les prestaría (les prestó) a las provincias su propia plata.
A partir de aquel 2016, los siguientes años se sucederían con acuerdos con características y sesgos muy perjudiciales y que convalidaban la errática política nacional, por ejemplo:
- * Se convalidó la fórmula previsional de saqueo de recursos a jubilados.
- * Se rubricó la transferencia fenomenal y desproporcionada de recursos nacionales a la Ciudad de Buenos Aires que el Poder Ejecutivo nacional y el Congreso revirtieron en estos días.
- * Se rubricó la baja en el capital del Banco de la Nación Argentina.
- * Reducción de alícuotas de impuestos provinciales a sectores altamente beneficiados con la concentración de la economía, como el sector financiero.
- * Claro sesgo endeudador, en especial en dólares.
Desde la provincia se convalidaron estos acuerdos, con pocas voces disidentes en la Legislatura chaqueña como la del Diputado Daniel Trabalón de nuestro bloque legislativo y con pocas resistencias de la representación en el Congreso Nacional. No debemos olvidar la representación del Diputado Nacional Gustavo Martínez Campos votando el acuerdo con los fondos buitre y la representación de Elda Pértile y Juan Mosqueda aportando al ajuste a jubilados y jubiladas.
Sobre el final de la gestión de MACRI la situación se volvió a complicar al incorporar como ingrediente extra la presencia del FMI con una gran asistencia que se fue por la canaleta de la fuga de capitales y nos dejó la omnímoda presencia del organismo que vuelve luego de que nos lo supimos sacar de encima hace mas década por una decisión clave del ex presidente Néstor Kirchner.
Este marco previo es sumamente importante para comprender el Consenso Fiscal 2020, una etapa que a la dura realidad de un gobierno endeudador y neoliberal le debemos sumar la crisis social, ambiental y sanitaria con origen en la Pandemia. Situación que ha producido un gran impacto negativo en los niveles de actividad y de recaudación, por lo cual los Gobiernos Nacional y Provinciales necesitan contar con recursos fiscales para la atención de una creciente demanda social, y políticas que permitan contener a los sectores más vulnerables de la población.
Un nuevo acuerdo, cambiando la dirección
Hoy estamos ante un acuerdo, que, sin ser la solución definitiva a problemática alguna, contribuye con algunos elementos centrales que aportan al federalismo y a romper con el sesgo de endeudamiento.
Este consenso fiscal es muy diferente a los firmados en el período 2016/2019, y esto se observa en dos cuestiones claves:
Por un lado, define una estrategia para el endeudamiento responsable de las Provincias que posibilite el acceso a nuevas fuentes de financiamiento y el desarrollo de nuevos instrumentos para captar crédito en moneda doméstica, a la vez que se mantenga como eje, algo muy importante como lo es la sostenibilidad de sus deudas. En ese sentido limita drásticamente el endeudamiento en moneda extranjera.
Por otro, considera imperioso reducir el nivel de litigiosidad entre el Estado Nacional y las jurisdicciones provinciales en el marco de un escenario 2021 de “post-pandemia”, donde la recuperación de la economía será el eje central de toda política pública, y para esto resulta necesario poner en suspenso las causas judiciales vinculadas a controversias derivadas del federalismo fiscal.
Asimismo, suspende los acuerdos de baja de impuestos con la finalidad de ganar tiempo en un análisis económico y tributario de fondo, liberando especialmente el techo impositivo a una actividad: la financiera.
Definitivamente este Consenso Fiscal rompe con el paradigma endeudador y antifederal que impuso el macrismo. Debemos seguir por el sendero del federalismo, desarrollando obras de infraestructura productiva y social básica con un endeudamiento responsable y orientado al desarrollo productivo y reformando la tributación con criterios de justicia distributiva.
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