martes, 23 de febrero de 2016

En democracia, diálogo




“El protocolo es parte de la política de ajuste, el objetivo es legalizar la represión ante los conflictos sociales”

El diputado provincial por el Frente Grande, Daniel Trabalón, expresó el rechazo a la implementación de un nuevo Protocolo de Seguridad de intervención en las protestas sociales. Aseguró que ésta “nueva herramienta de la que pretende disponer el Gobierno de Mauricio Macri tiene claramente una función política. Es una pieza de la política económica del Gobierno Nacional para poder aplicar el plan de ajuste que viene llevando adelante”.

“Hay que leer políticamente el porqué de este nuevo Protocolo, en un contexto donde se están dando las discusiones salariales con los diferentes sectores gremiales, en el marco de una política que tiene como rasgos predominante un fuerte deterioro del salario de los trabajadores, producto de la devaluación, del aumento desmesurado de los precios de los alimentos, de los tarifazos, de los despidos en el sector público y privado, entre otras”, exhortó.
  
Algunos aspectos críticos del protocolo

El  protocolo es una herramienta autoritaria, que da discrecionalidad a las fuerzas policiales para la represión, y promueve la judicialización de la protesta social.

Uno de los aspectos  más preocupante del protocolo, que establece que  no es necesaria la orden de un juez para desalojar la calle, sino que la Policía puede actuar por sí misma Básicamente, las fuerzas de seguridad van a poder desalojar a las manifestaciones que se produzcan en las calles, a los manifestantes se les advertirá que ante un corte  que se les aplicará las penas del artículo 194 del Código Penal o las contravenciones previstas en cada jurisdicción , sin orden judicial y con el sólo requisito de avisarles que se tienen que retirar y esperar entre 5 y 10 minutos antes de actuar, dándole a la policía atribuciones  que debería tener un fiscal o un juez, o peor, que deberían tener a un funcionario político dialogando.

Otro de los puntos controversiales  tiene que ver con la portación y uso de armas , el nuevo reglamento no prohíbe explícitamente el uso de armas de fuego en las manifestaciones ni el uso de balas de goma para dispersar, es decir habilita de hecho  a los  efectivos portar armas de fuego  en las manifestaciones. 
El protocolo Bullrich no impone obligaciones de uso de uniforme, ni de identificación de los policías y de los móviles que participan en las movilizaciones, tampoco sobre el personal de las fuerzas de seguridad que intervengan que este bajo investigación -administrativa o judicial- o que hayan sido sancionados por irregularidades en su desempeño en el contexto de manifestaciones públicas y/o por uso excesivo de la fuerza. El nuevo protocolo no plantea excluir a nadie.

En el colmo de las violaciones, corralito para el periodismo. El protocolo establece con respecto a la cobertura periodística que, “La participación de los medios de comunicación se organizará de modo tal que, los periodistas, comunicadores y los miembros de sus equipos de trabajo desarrollen su labor informativa en una zona de ubicación determinada”. Es clara la intención de limitar el ejercicio del trabajo periodístico y el efecto de control sobre los operativos policiales que puede tener al restringir el lugar en el que se deben ubicar los trabajadores de prensa que cubren la protesta, busca garantizar la impunidad en la represión para los efectivos de la fuerzas de seguridad .
  
El Chaco no debe adherir a este Protocolo

El Protocolo que el gobierno de la Alianza Cambiemos pretende implementar hoy  es un claro retroceso  en materia de derechos y garantías constitucionales y en relación con los  Tratados internacionales de Derechos Humanos con rango constitucional, con el protocolo que rigió nacionalmente conocido popularmente como el Protocolo Garre, pero además con respecto a la legislación vigente en el Chaco.

El legislador Trabalón recordó que en noviembre de 2015, el Parlamento chaqueño sanciono la ley  N° 7710   que establece los “Criterios Mínimos sobre la Actuación de los Cuerpos Policiales Fuerzas de Seguridad en Manifestaciones Públicas” que ratificó el protocolo Garré que estaba vigente por Decreto en la provincia, que estableció un nuevo paradigma para el abordaje de los conflictos sociales rn la voluntad de no reprimir la protesta social, garantizar la libertad de expresión y atender a las causas de los conflictos por vías políticas

El objetivo central de la Ley (que ratificó el  protocolo Garre) es  el respeto y protección de los derechos de los participantes y reducción de los efectos que pueden causar, de las personas que no participan y de los bienes públicos; la preeminencia de la protección de la vida y la preservación de la vida de todos, los que están en la protesta y los que no”.

“Valoramos la decisión del Gobierno Provincial de no firmar este protocolo, y ante el llamado a consulta, en estas idas y vueltas, marchas y contramarchas, del gobierno de Macri, expresamos claramente desde el partido Frente Grande que nuestra provincia no puede ni debe adherir. Los conflictos sociales, gremiales, los reclamos y demandas de la sociedad  se deben abordar desde la política y no desde la violencia,  las balas y los palos, no pueden ser la respuesta, ni la única alternativa de un Estado democrático” expreso el legislador del Frente Grande

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