Documento del
Frente Grande chaqueño
Democratización
y legitimación del Poder Judicial: imprescindible,
oportuna, inevitable
Las reformas propuestas por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner
para impulsar la democratización del Poder Judicial expresan una necesidad
popular: una justicia que sea útil al pueblo.
El impulso
dado por Cristina Fernández al debate social sobre la situación del poder más
oscuro del Estado rompe con una lógica histórica que han cruzado a gobiernos
nacionales y provinciales. Esa lógica demanda una transa permanente con la
corporación judicial que mantiene al poder político de rehén y lo asocia en sus peores negociados
siendo sus instrumentos lo peor de la dirigencia política. La presidenta en su
discurso del 01/03 desnuda ese funcionamiento corporativo y desata un nudo de
la democracia, poniendo sobre la mesa su poder político.
La reforma es
impulsada también por buena parte del
Poder Judicial que advierte que las corporaciones usan y abusan de
asociarse con la corporación judicial. Es inédita la convocatoria de centenares
de funcionarios judiciales hacia una “Justicia Legítima” y la generación de un
debate desde adentro hacia afuera denunciando y demandando reformas de
transparencia, igualdad y democratización.
Sin lugar a
dudas el Poder Judicial de nuestro país tiene
presencia física e ideológica de la dictadura cívico-militar 1976/1983, pero
asimismo también tiene presencia física e ideológica de los convalidadores del
modelo de saqueo y corrupción de los `90 donde, salvo honrosas excepciones, no
se investigó el apoderamiento del patrimonio público por el poder económico con
complicidad del poder político.
Democratizar es
imprescindible para garantizar la plena vigencia de la república, los derechos sociales y constitucionales y
transformar el país en pos de los sectores populares.
Impulsar la reforma
de fondo en éste momento de mayor involucramiento popular en la política
determina que es temporalmente oportuna.
Pero
asimismo, es inevitable reformar si
queremos que nuestro país deje de ser rehén de un sistema corrupto y
autoritario que obstaculiza la igualdad ante la Ley y limita el ejercicio de
poder democrático.
Y por casa, ¿cómo andamos?
No sorprenden
las defensas corporativas que se esbozaron en nuestra Provincia como correlato
a los anuncios presidenciales. Es de resaltar las declaraciones de una jueza
del Superior Tribunal de Justicia (STJ), timonel del funcionamiento corporativo
y antidemocrático de la justicia chaqueña: “Creo que la Justicia no necesita ser democratizada ni
legitimada”.
A pesar de
algunos avances legislativos en la materia, lo cierto es que la justicia
chaqueña tiene, por lo menos, los mismos vicios corporativos que la justicia
nacional. Un STJ de amigos y amigas, con presencia de magistrados vinculados a la
dictadura y funcionales al modelo económico-social de los ’90 y su corrupción, la
designación de jueces por tibios concursos, el funcionamiento gris del Consejo de la
Magistratura, la falta de voluntad y oscuridad de los trámites de enjuiciamiento
a jueces, la falta de difusión de información básica sobre el sistema judicial,
son algunos de los elementos que no debemos olvidar.
También en nuestra Provincia tiene vigencia la lógica de un poder
político rehén-socio del sistema judicial que no hemos podido transformar por
falta de una decisión política con similar fuerza a la impulsada por la
presidenta Cristina Fernández.
Debatir, avanzar
El impulso
dado por Cristina Fernández, poniendo en el debate su propio capital político,
debe ser aprovechado por los sectores democráticos de la sociedad. La Presidenta
puede, además, exhibir su compromiso con la reforma judicial con un sinnúmero
de medidas: desde el impulso a una nueva Corte –incluido su transparencia en la
designación- por parte de Néstor Kirchner, pasando por la derogación de leyes
de impunidad para juzgar a los responsables de la dictadura y el apoyo a las
investigaciones por la voladura a la AMIA.
La reforma excede a un gobierno y su instrumentación y ejecución llevara
años o décadas, y la resistencia será muy grande, es por ello que el reciente
impulso debe ser tomado como punto de partida y las iniciativas debatidas con
la mayor amplitud posible.
No debemos aceptar absurdas negaciones sobre el funcionamiento del Poder
Judicial que todas y todos sabemos que funciona a espaldas del pueblo y con una
lógica autoritaria, ni detenernos en especulaciones puramente partidarias. Avanzar en el debate, avanzar en las reformas.
Frente Grande, distrito Chaco: Daniel Trabalon, Presidente; Horacio Losas, Secretario; Fabricio Bolatti, Diputado Provincial; Daniel San Cristobal, Secretario General en el Orden Nacional
Frente Grande, distrito Chaco: Daniel Trabalon, Presidente; Horacio Losas, Secretario; Fabricio Bolatti, Diputado Provincial; Daniel San Cristobal, Secretario General en el Orden Nacional
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