Macri: multiplicar la
tarifa por 3, por 4, por 8, por 20…, y
favorecer negocios financieros, concentrados y extranjeros
Por
Fabricio Bolatti y Daniel San Cristóbal
Partido
Frente Grande
Hace
unos días pudimos observar al presidente Macri anunciar y firmar con los
gobernadores el “Acuerdo Federal Energético”. Podría pensarse que se anunciaron
millonarias inversiones destinadas al desarrollo del sistema energético
nacional, dándole continuidad a las políticas públicas iniciadas en el año 2003
y que refundaron el sistema de generación de energía y su transporte,
interconectando todas las regiones del país, aportando así a la inclusión
social, mejoras en la calidad de vida del pueblo y la recuperación y
crecimiento de la industria nacional. Pero sin embargo Macri se dedicó, como lo
hizo desde el primer momento de su gobierno, a desacreditar las gestiones y
logros de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner.
Así
el presidente de la alianza “Cambiemos” habló de la importancia de
"construir desde la verdad" y recordó que su Gobierno se propuso
"transmitir a la sociedad un diagnóstico claro de lo que había
recibido" en el área energética luego de "años de improvisación, de
mentiras, de ocultamiento, de falta de control, y de falta de una visión de
largo plazo. "Todavía falta muchísimo, porque no se sale de más de una
década de una política errada en tan solo algunos meses. Pero vamos en el
camino correcto y de apostar a la inversión a partir de este Acuerdo Federal
Energético y de crear confianza" expresaba Macri rodeado de Gobernadores,
entre ellos Domingo Peppo.
Sin
embargo, Macri, en ya casi un año y medio de gestión y a pesar de sus
grandilocuentes palabras, tomó pocas y nefastas decisiones sobre este
estratégico sector, donde se puede resaltar que a pocos días de comenzar su
gestión declaró la “Emergencia Eléctrica” que fundamentó el proceso de altos
aumentos generalizados de tarifas en todo el país, el que a la fecha impuso en el Chaco incrementos
de más de 300% en el precio de la energía que consumen, por ejemplo, las
familias, la industria, la producción, entre otros.
Después
de las cataratas de aumentos en las tarifas eléctricas entre 2016/2017 (y sigue),
el gobierno que conduce Macri tuvo como principal anuncio el programa “Renovar”
promoviendo la inversión en energías renovables. El título “suena” beneficioso,
pero cuando se analiza el combo de altos precios de la energía y convocatoria a
presentar proyectos para financiar podemos inferir que lo que hizo este
gobierno es generar condiciones de buenos negocios para los sectores financieros,
concentrados y especulativos de la economía nacional e internacional. Los
primeros “bonos verdes” del Renovar implicaron endeudamiento para obras
energéticas de la Rioja, al 9,75% en dólares, tasa más alta que la de los
financiamientos de las provincias durante el 2016. Con estas medidas no se priorizó
la inclusión social ni el desarrollo productivo del país.
Al
comparar con la gestión 2013/2015 queda claro que la política general planteada por la
alianza Cambiemos se contrapone a la definición que se priorizó desde el año
2003 a 2015 de ampliar el acceso y la facilidad de consumo de energía
eléctrica. Para ello se determinaron tarifas y precios, en todas las etapas del
servicio, que se mantuvieron inalterables o con poco significativos incrementos
durante mucho tiempo y la definición de política nacional enfocó en forma
permanente en ese objetivo. Con tal fin
el Estado adquirió un rol relevante en materia de inversión, para tener una
idea hacia el año 2003, el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) tenía 9669
km de líneas de alta tensión y en diciembre de 2011 llegaba a los 14 mil km con
casi un 45% de incremento.. Con respecto a la red eléctrica en 500
kV, en 2003 era de 9083 kilómetros, pero en mayo de 2012 se había
expandido hasta los 13.356 km, con un aumento de más del 47% respecto al año
2003.
Esa política expansiva implicó
desde 2007 un crecimiento de la cantidad
de usuarios en más del 60% y una expansión el consumo residencial de más del
120%, claramente números superiores a cualquier evolución de variables
económicas.
Desde
fines de 2015, la política de retiro del Estado del sector implicó salvajes
incrementos tarifarios y la demora o parate de obras centrales en ejecución
–con financiamiento nacional y/o internacional garantizado que debieron
finalizarse en el año 2016.
¿Qué hay de nuevo en el
Acuerdo en materia tarifaria? ¿Podemos esperar algo de una “armonización”?
El
acuerdo rubricado, de unas 15 páginas, compila una serie de buenas intenciones
y lugares comunes pero incluye –sagazmente- algunas definiciones que implican
un avance de la Nación -y sus criterios económicos- sobre las Provincias.
Nos
centraremos en un criterio que el Gobierno Nacional "coló" en éste
texto y que a nuestro juicio significa un retroceso muy importante en materia
energética para todo el país: hacer priorizar la rentabilidad por sobre la
definición política en materia tarifaria.
El
precio del acceso a servicios públicos no es cualquier precio. Su definición
establece fronteras claras para que determinados sectores tengan un determinado
nivel de acceso a ellos mejorando sus condiciones de vida, en especial el
precio de la energía eléctrica además establece la posibilidad de acceder a un
conjunto de otros bienes y servicios que claramente mejoran la condición de
amplios sectores de la sociedad ya sea a través de la
refrigeración/calefacción, cocción y almacenamiento de alimentos, buena
iluminación para actividades familiares, y accesibilidad a bienes culturales
como internet, tv, cable, entre otras. Y ni hablar de tarifas industriales que
promuevan el desarrollo de las economías regionales.
Puntualmente
en materia de tarifas, el Acuerdo vuelve a traer un concepto del cual los
chaqueños no tenemos buenos recuerdos: ARMONIZAR. Cuándo hay Provincias con
realidades diferentes, éste concepto puede transformarse en una pistola en la
cabeza para las más necesitadas.
Pero
además hay un concepto central que expresa el “acuerdo” en la clausula que
transcribimos como de los “criterios” que se acuerdan:
Es decir se abandona el
concepto de tarifas que consideren la inclusión por uno más “acorde” a las
nuevas ideas: rentabilidad económica.
Así
el gobierno actual genera negocios e inicia un proceso de extranjerización de
los activos destinados a generar energía y en condiciones garantizadas. Por lo tanto los precios altos de la
energía van a ser una característica de este gobierno liberal, sin importar la
exclusión social que genera ni el efecto negativo sobre la industria y la
producción. Esto último queda demostrado en el propio anuncio del Macri donde
resaltó como ejemplo del éxito de su política, la buena respuesta en las
licitaciones internacionales que permitió recibir "siete veces más ofertas
que las que se habían demandado, tanto para energías renovables como para
térmicas".
Como
conclusión podemos decir que los anuncios de Macri en el rubro energético
difieren mucho de la gran inversión pública y con financiamiento barato que
permitió que, durante 2003/2015, el Estado Argentino logre mayor participación
en el sector energético, ganando en soberanía y pudiendo incidir en los
precios, garantizando condiciones de desarrollo, además de un fuerte incremento
de la producción y transporte de energía barata, lo que permitió el crecimiento
con inclusión que caracterizo a la “Década Ganada”.
Chaqueñas y chaqueños
debemos esperar, con ésta política, nuevos incrementos y escasos apoyos
estatales a las obras eléctricas.
Para recordar 2003/2015[i]
En 2004 el Presidente Néstor Kirchner presentó el Plan Energético
Nacional, que hizo posible finalizar obras de energía por más de 24.455
millones de dólares apuntalando una economía que se expandió en un 90% en los
doce años de gestión.
El Plan contempló la
ampliación de gasoductos y plantas compresoras, la terminación de obras estratégicas
como Yacyretá y Atucha II, la construcción de centrales termoeléctricas e
hidroeléctricas, líneas de transporte eléctrico, obras de transformación y de
distribución eléctrica, el impulso a la actividad nuclear, el fomento de las
energías renovables y de los biocombustibles, así como también la exploración y
el desarrollo de los recursos hidrocarburíferos convencionales y no
convencionales.
Las obras no sólo
aumentaron la oferta de energía, sino que también posibilitó vincular al (SADI)
a diez provincias y regiones que hasta el año 2003 se encontraban aisladas:
Chubut, Santa Cruz, San Juan, La Rioja, Formosa, el Interior de Chaco, el Norte
de Santiago del Estero, Jujuy, Salta y el sur de Mendoza.
El Plan Energético amplió en 27 millones de metros cúbicos por día la capacidad de transporte de los gasoductos, se incorporaron 12.250 MW y se construyeron más de 5.800 kilómetros de líneas de alta tensión que permitieron anillar el sistema energético nacional. En esos años la demanda energética en la Argentina prácticamente se duplicó, al igual que el producto bruto interno del país.
Se transformó la actividad nuclear por primera vez en la historia en política de Estado: se involucró al sector científico, técnico, industrial, a la medicina, a los proveedores y se impulsó la complementación con empresas y países de la región y del resto del mundo, la terminación y la llegada al 100% de su potencia de la Central Nuclear Atucha II, de 745 MW, la cual estaba abandonada desde hacía una década.
La creación de ENARSA
y la recuperación de YPF para el patrimonio nacional fueron medidas
fundamentales. Hoy ENARSA cuenta con más de 2.800 MW de potencia instalados.
Se terminó Yaciretá, se construyeron centrales hidroeléctricas y se construyeron nuevas centrales térmicas a gas y combustibles líquidos que requieren menor plazo de obra, como las usinas San Martín y Belgrano, que incorporaron 1.660 MW, así como las centrales Ensenada y Vuelta de Obligado, entre otras.
Chaco fue ampliamente beneficiada con obras de energía durante
todo el período 2003/2015. Sólo durante el 2015 se licitaron las Líneas de
132KV “Puerto Bastiani - Puerto Vilelas” (con instalación de una nueva Estación
Transformadora "E.T" en Vilelas) y “General San Martin-Presidencia
Roca” (con instalación de una nueva E.T en Presidencia Roca, la ampliación de la
E.T existente de San Martin y las
líneas de alta tensión y estación transformadora de 132/33/13,2KV con doble
terna de 33 KV en La Leonesa. Todas estas obras deberían, junto con la Línea de
Alta Tensión 132 KV, desde Tres Isletas a Juan José Castelli, estar finalizadas
durante el año 2016, pero el ahogo financiero nacional y la displicencia en el
manejo de los recursos hacen que hasta la fecha estén pendientes.
[i] Elaboración propia sobre la base del siguiente
documento: http://www.oetec.org/nota.php?id=%201464&area=%201
No hay comentarios:
Publicar un comentario