Carta a las
Senadoras y Senadores de la Nación del Frente para la Victoria
Estimadas
compañeras y compañeros :
En los
próximos días se define una política muy importante de nuestro país: la
relación en materia de deuda externa con el sector más parasitario y usurero
del capitalismo financiero, los Fondos Buitres.
No
vamos a bajarles línea ni llenarlos de consignas. Ustedes han transitado un
largo camino para llegar a sus bancas. Una mirada simbólica podría llevar a
entendernos, o no, porque también pertenecemos a una fuerza política con
errores y aciertos pero conocedores de la historia argentina.
Desde
2003 Argentina transitó un camino casi inédito en materia de Deuda Externa.
Ciertas dosis de pragmatismo, habilidad, ideología, coherencia, concesión y
tenacidad nos había permitido recuperar la autonomía del gobierno respecto del
dictado de políticas globales. Liberarnos de los organismos multilaterales y
del dictado de los que son hoy los dueños del mundo –los bancos y el sistema
financiero global- mejoro notablemente nuestra democracia. Ya no tenemos que
esperar la visita de una “misión” para orientar nuestras decisiones, y podemos
acertar o equivocarnos pero a través de nuestros propios gobernantes, sean
estos de derecha, izquierda o sus matices.
Ustedes
han sido electas y electos por listas que llevaron adelantes esa política de
independencia, y vieron las virtudes y límites de las mismas. Pudimos observar
en más de 12 años que ningún “gurú” ni tecnócrata, que jamás rinde cuentas al
pueblo, indicó el camino. Que las políticas surgieron de los poderes del
Estado. Ustedes formaron parte de un conjunto de ideas, de un proyecto –con sus
errores y aciertos-, que puso de pie al país; Ustedes, junto a millones de
personas, forjaron y ayudaron a sostener esa idea y formaron parte de la
recuperación de la dignidad.
Esa
dignidad fue reconocida por la ONU a través de los Principios Básicos Para
Reestructuraciones de Deuda Soberanas y en el marco de una gran coalición de
países del G77+China. Pocas veces nuestro país obtuvo ese reconocimiento
internacional, tal vez sólo por Malvinas y su impulso al juzgamiento de los
crímenes de la última dictadura cívico-militar 76/83.
Desde
nuestro espacio político pensamos que no es bueno que parte de nuestra Deuda
Externa esté en litigiosidad. Pero como Ustedes, también sabemos que la
naturaleza de éstos últimos acreedores no es otra que esa litigiosidad.
Lo que
está a punto de votarse en el Senado de la Nación constituye una claudicación
que tira por la borda 12 años de reconstrucción y de fortalecimiento
democrático. Cualquier negociación tiene que llevarse adelante en el marco de
las reglas que construimos democráticamente en los últimos años. Su ruptura
equivale a quedar, nuevamente, como una marioneta del sistema internacional.
Ustedes,
que conocen la historia previa y la actual, no pueden anteponer miradas de
“gobernabilidad”, porque justamente esa decisión lo que menos garantiza es la
vigencia del Estado de Derecho y altera y disminuye el poder político. Ese
proyecto de ley que la Cámara de Diputados de la Nación aprobó por mayoría nos
arrodilla nuevamente y debilitará al Gobierno Nacional y a todos y cada uno de
los gobiernos provinciales y municipales.
Es por
esto compañeras y compañeros representantes en el Senado que nos permitimos
recordarles nuestro proyecto y las razones que los tienen en esas bancas e
invitarlos a no abandonarse a la rapiña buitre y votar en contra la iniciativa.
Un
gran abrazo.
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