viernes, 15 de enero de 2016

Desprecio por el trabajo, la política y el Estado



Frente Grande chaqueño
Preocupación y rechazo a las declaraciones de Prat Gay
Desde el Partido Frente Grande repudiamos las declaraciones del ministro Alfonso Prat Gay las cuales son una muestra más de la intolerancia del gobierno nacional atacando a los trabajadores  buscando que se estigmatice a los mismos por su postura ideológica.

La política y la militancia en el Gobierno de los CEO

El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, brindó una  conferencia de prensa en la que habló de las paritarias, los fondos buitre, las asignaciones, los subsidios, los despidos en el Estado y los “ñoquis”, y explicó cómo será el mecanismo para contratar personal estatal. "Los ñoquis son parte de la herencia.  Encontramos un Estado lleno de militantes. Queremos que al Estado no le sobre la grasa de los militantes".

Este juego de palabras donde asimila Ñoquis a Militantes, refiriéndose a los Trabajadores, realizando una afirmación generalizada, sin explicaciones, ni fundamentos serios, y con una mirada sesgada, ya que según sus dichos la responsabilidad de esta situación es del gobierno anterior, “La pesada herencia” como lo a expresado no solo estigmatiza a los trabajadores del estado, sino que además  abre las puertas  a la persecución política.

Siguiendo la lógica de este pensamiento,  en cual trabajar en el estado y ser militante es incompatibles, antagónico, nos preguntamos: ¿ésta política se va a aplicar a todas y a todos los militantes políticos de todas las fuerzas, incluyendo las del actual oficialismo (del Pro, del radicalismo)?
¿Va a ser un requisito imprescindible para trabajar en el Estado, no militar ni estar afiliado a un partido político?
¿Va a ser aplicada a nivel del gobierno nacional, y también en la provincia de  de Buenos Aires y Capital Federal?


Los números cierran con la gente afuera.

El ministro de Hacienda, funcionario público, gracias a la política y a miles de personas que “militaron” para que lo sea,  busca una forma de justificar ante la sociedad  los masivos despidos que está llevando a cabo el actual gobierno nacional de Mauricio Macri, y además busca condicionar y  disciplinar a los trabajadores y a las organizaciones gremiales, en el marco de las futuras discusiones salariales que se van a dar.

Estas palabra hay que leerlas en el contexto de  de otras definiciones. Días atrás Prat Gay había disfrazado con una metáfora lo que en realidad era un chantaje: “Cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar salarios a cambio de empleos”.

Pero estas definiciones que son música en el oído de algunos sectores sociales y de los grupos económicos pueden volverse en contra del crecimiento y la equidad necesaria. Lo que para este gobierno es “reducir gastos” es a los empresarios “reducir costos”, el trabajo y los salarios son una mercancía reguladas por el mercado, y no un derecho, o una política de que debe promover y proteger el estado. Pero ojo, eso impactará sobre el nivel de actividad económica y muchos pequeños empresarios, comerciantes, profesionales recibirán también el impacto económico

Tener ideas y ejercitarlas no es ilegal
En democracia tenemos derecho a pensar diferente independientemente que seamos o no empleados estatales, y a militar ese pensamiento en el espacio político con el que nos identificamos, sin que esto constituya un motivo para ser estigmatizados ni atacados.

Prat Gay reedita viejos conceptos de sectores antidemocráticos que desprecian el ejercicio ciudadano. El desprecio por la política, por el compromiso político y por el Estado que denota este tipo de afirmaciones lesiona derechos y aventura un triste futuro para nuestra democracia.

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