Documento del Frente Grande sobre el
Superior Tribunal de Justicia
La renuncia de Ricardo Franco, una
oportunidad para empezar a democratizar la justicia
La renuncia de Ricardo Franco al Superior Tribunal de Justicia es una buena
noticia para los que bregamos por una justicia independiente. Hubiésemos
preferido que rinda cuentas ante el Poder Legislativo asumiendo su responsabilidad por las
imputaciones que diversas personas y sectores.
O más aún, hubiésemos preferido que
las instituciones de la Provincia hubieran asumido su obligación y separado por
las vías correspondientes por estar ocupando un cargo en contradicción con lo
normado por la Constitución.
Pero sucedió así, un juez preso de sus contradicciones cae vergonzosamente
sin que quienes lo catapultaron a ese lugar, Angel Rozas y su grupo político,
siquiera se pongan colorados.
Un poco de historia
Desde nuestro sector político fuimos –somos- muy críticos con los tres
jueces designados en forma inconstitucional: Ramón Avalos, Rolando Toledo y
Ricardo Franco.
Todos ellos accedieron a la magistratura violando la Constitución y lo
venimos denunciando incansablemente. Hubiéramos preferido la destitución de
todos de ellos y no la (vergonzosa) retirada de uno de los usurpadores. La
renuncia no solo otorga el beneficio de la jubilación sino que también esconde
y pretende lavar el vicio de origen.
Nos resta esperar la resolución de la acción de inconstitucionalidad
planteada por el fiscal de estado ad hoc Aguirre Hayes, en la convicción de que
una justicia legítima surge no sólo de la transparencia sino también de no
tolerar la impunidad.
Una oportunidad mas, y con participación
Pero la renuncia comienza a despejar un Poder del Estado cuya característica
más visible es la oscuridad.
Y es a la vez una oportunidad para
aplicar por primera vez en el Chaco el concurso público para seleccionar a
integrantes del máximo tribunal. La vacante será cubierta luego de que se
realice el procedimiento establecido por la Ley 7157, sancionada en diciembre
del 2012, que entendemos como paso
adelante en relación con la Ley 5399 que fue derogada pero que indudablemente
puede ser mejorada.
La persona que ocupe ese cargo podrá gozar de la legitimidad que le da
haber sido elegida por el mecanismo que respeta nuestra Carta Magna y preve la
participación ciudadana tanto en la etapa de oposición –pública- como a través de las audiencias públicas
generando así una mayor transparencia y participación de los distintos sectores de nuestra comunidad.
Seremos optimistas de éste nuevo proceso de designación y bregaremos para
restañar la credibilidad de un sistema judicial inútil al pueblo del Chaco
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